Los Presupuestos de Navarra para 2012 reservan 66 millones de euros -15 millones más que este año- para seguir pagando el peaje en sombra a las empresas concesionarias de grandes obras de infraestructura ya terminadas, casi 180.000 euros cada día para abonar ese canon. La Cámara de Comptos ha advertido en diversos informes que el peaje en sombra puede encubrir el uso de la obra pública como una vía de negocio para entidades privadas a costa de los contribuyentes y puso como ejemplo que los costes de la Autovía del Camino, cuya construcción no alcanzó los 400 millones de euros, se podían disparar hasta los 1.500 millones en los próximos 25 años. En 2010, Comptos volvió a cuestionar la utilización de este sistema de ingeniería financiera que puede facilitar la opacidad y el oscurantismo y reivindicó medidas en favor de la transparencia en la gestión de los recursos públicos y de la claridad de la situación económico-presupuestaria real de Navarra. De hecho, la inclusión ahora de los gastos financieros derivados del pago del peaje en sombra como deuda pública, ha puesto en evidencia la realidad crítica de las Cuentas de Navarra con un déficit muy superior al que admitía la propaganda oficial. Las concesionarias acceden a un negocio seguro a costa del despilfarro de los recursos públicos, pero la obligación pública de abonar el canon anual por la Autovía del Camino, la Autovía del Pirineo o las zonas regables del Canal se extenderá durante decenas de años, hipotecando recursos de varias generaciones, varios gobiernos y varios presupuestos con un coste final para la sociedad muy superior al de su construcción y mantenimiento.
Joseba Santamaría