domingo, 16 de septiembre de 2012

En huelga de hambre para denunciar que no cobra la renta básica

En huelga de hambre para denunciar que lleva 6 meses sin cobrar la renta básica. Jose mª Salanueva, de 41 años, se instaló ayer frente al departamento de políticas sociales. Obligado a vivir con su madre "al no poder pagar un piso", le deniegan la ayuda porque "cuentan su dinero como si fuera mío". "Llevaba un tiempo pensándolo pero ya me he cansado. Quiero que la gente vea lo que están haciendo con las personas". Son palabras de José María Salanueva Lapuerta, de 41 años, que ayer a las diez de la noche inició una huelga de hambre para denunciar que lleva seis meses sin cobrar la renta básica. "Voy a aguantar hasta que me den una solución o hasta que pueda", advirtió este pamplonés, "de la calle Estafeta", hora y media antes de plantarse frente al departamento de Políticas Sociales, en la calle González-Tablas, con una tienda de campaña, donde pretende refugiarse los próximos días. José Mª Salanueva perdió su trabajo hace cuatro años y, pese a luchar por conseguir un empleo y mejorar su formación apuntándose a varios cusillos, no tuvo suerte y consumió su paro. Comenzó entonces a cobrar la renta básica. "Al principio me daban 651 euros pero después me redujeron la cuantía a unos 400 euros", recuerda este pamplonés que añade "hasta ese momento vivía de alquiler con unos amigos pero llegó un momento en que no podía hacer frente al gasto y tuve que irme a vivir con mi madre". El drama llegó el pasado 13 de abril cuando los responsables del departamento de Políticas Sociales le exigieron dos papeles para valorar su caso. "Me pidieron la pensión que cobraba mi madre y la declaración jurada de que no vivía en su casa. Quizá fui tonto pero fui con la verdad por delante", recuerda Salanueva, que añade "los motivos que me dieron para denegarme la renta básica es que como estoy en casa de mi madre su pensión contabiliza como si fuera mi dinero". "Pero es que con el sueldo de mi madre no podemos vivir los dos", explica este afectado que sufre dos hernias discales y una enfermedad degenerativa que le impide desarrollar trabajos de pie. Después de estar seis meses sin cobrar un euro, Salanueva ha decidido dar un paso al frente. "Se me había pasado por la cabeza iniciar huelga de hambre y al final me he decidido a llevarla a cabo. Quiero que la gente me vea y se de cuenta de lo poco que valoran a las personas. Nuestro precio es mucho mayor de lo que supone la renta básica".