domingo, 18 de noviembre de 2012
El negocio del hambre
Joseba santamaria, Diario de Noticias
La codicia es ilimitada. La codicia del capitalismo especulativo que dirige ahora los destinos del mundo lo es también. La especulación en los mercados ha alcanzado definitivamente a los alimentos, y el derecho a la vida sigue sin ser un derecho fundamental para millones de personas. Las frías cifras apuntan, según los informes de la ONU, que más de 2.000 millones de personas pasan hambre en el mundo y de ellas casi dos millones, muchos niños y niñas, mueren al día de enfermedades relacionadas con la desnutrición y la imposibilidad de acceso a los alimentos. Son unas cifras espeluznantes. Pero los mercados saben que su muerte es un negocio. Y lo prioritario para el capitalismo de mercado no son las personas, sino el negocio. El hambre es un producto financiero de primer orden y cotiza al alza, como antes las hipotecas. Se inflan los precios de los alimentos básicos, se compran y venden las cosechas del futuro de trigo, arroz o maíz en un negocio redondo con la vida de otros. Por supuesto, la política lo sabe, pero la política hace tiempo que ya sólo actúa al dictado de la economía. Las grandes cumbres internacionales terminan siempre con documentos de grandilocuentes conclusiones y objetivos que apenas tienen vigencia un segundo después de cerrar los micrófonos y apagarse las luces del encuentro. Entonces, regresan los muertos reales mientras crecen los miles de millones de euros de beneficio especulativo a costa de esas muertes injustas, dramáticas, evitables, inhumanas e inmorales. Pero nos quieren hacer creer que lo caro es la solidaridad y la justicia social.