viernes, 29 de junio de 2012

Manipulación política

Luis Arroyo (Madrid 1969) es asesor de comunicación política y corporativa. Entre 2004 y 2008 ocupó varios cargos para el Gobierno español en el Palacio de la Moncloa; fue director del Gabinete del secretario de Estado de Comunicación y director adjunto del Gabinete de la vicepresidencia. También dirigió el Gabinete de la ministra Carme Chacón. Ha publicado el libro El poder político en escena. Reproducimos la entrevista realizada, en la que destacamos esta frase: Los que trabajamos en información -con todas las comillas del mundo-, en realidad manipulamos porque gestionamos información; se gestiona la realidad para presentar una cara u otra. Es así, otra cosa es que se haga con honestidad, con principios o traicionando todo tipo de principios. ¿Cómo ve usted a los políticos desde el área de la comunicación? Un político tiene que ser también un actor. Tiene que tener una narrativa, un relato verosímil, no tanto veraz... No siendo veraz, aunque sea verosímil, ¿dónde queda la honestidad? Sabiendo que la política es una puesta en escena también se puede hacer una política honesta. Las mismas técnicas que manejaba Hitler, las manejaba también Gandhi, salvando las distancias. ¿En qué sentido? Gandhi era un gran estratega de comunicación. Llamaba a la resistencia no violenta tensión creativa. El hecho de ir andando despacio en las huelgas era para crear lo que el llamaba tensión creativa. Las técnicas de la comunicación pueden ser nefastas pero también inspiradoras. Entre Gandhi y los nuevos líderes políticos actuales se interponen las tecnologías de la comunicación. ¿Cómo ha cambiado la comunicación política con Internet, las redes sociales, etc? En realidad no mucho. En este momento no mucho. Esta sucediendo lo mismo que ocurrió con la radio y la televisión. Decían que eran elementos para la paz. Ahora que se habla tanto de las redes sociales hay una especie de ciberutopía que incita a pensar que gracias a Internet la democracia es posible. Usted no está de acuerdo, ¿no? Estamos viendo cómo la Primavera Árabe que se inició en la plaza de Tahrir (Egipto) se ha venido abajo. La web ha prometido más de lo que ha dado en comunicación política. Eso no quiere decir que no sea una herramienta maravillosa. Conoce de cerca el entorno de La Moncloa, ha estado en la Aecretaría de Comunicación de Zapatero. ¿Resultan fáciles los políticos? Hay de todo. Hay algunos líderes que son muy fáciles y otros no. ¿Qué perfil tiene un político difícil? Que es muy carismático, muy personalista; son características que se dan mucho en los alcaldes. Suelen escuchar poco y suelen tener problemas cuando pasan a la política nacional. Zapatero no era de ese estilo; escucha, es reflexivo e intuitivo. Tuve la suerte de estar con él en la época buena, no había crisis. Hablemos de Rajoy. Es evidente que no es un líder carismático, no creo que lo pretenda. Sin embargo, la narrativa que nos cuenta sí es una narrativa que creo que tiene cierto recorrido. Si no da ninguna explicación de nada. Es un presidente silencioso. Yo creo que sí tiene narrativa. Te lo explico con una metáfora: "Ustedes me han traído un enfermo en un estado muy grave, casi terminal. Ahora déjenme, déjenme operar y hacer lo que tengo que hacer y no me distraigan con tonterías de ruedas de prensa con preguntas o sin preguntas". Lo digo con toda la ironía y si tiene la suerte de que en estos tres años y medio la economía va mínimamente mejor se va a reafirmar en esta postura. En campaña prometió lo contrario de lo que está haciendo. No quisiera juzgar. La política es un ámbito en el que ni todo es verdad ni todo es mentira, hay que entenderlo, aunque la gente se cabrea. La semántica también es importante en economía. ¿Qué pidió Rajoy, un rescate o un crédito en condiciones favorables? Las dos cosas. Hay que entender que nuestro cerebro está hecho para reconfirmar constantemente nuestra manera de ver el mundo. Por eso son tan diferentes los periódicos a la hora de ofrecer una misma información. ¿Manipulación? Los que trabajamos en información -con todas las comillas del mundo-, en realidad manipulamos porque gestionamos información; se gestiona la realidad para presentar una cara u otra. Es así, otra cosa es que se haga con honestidad, con principios o traicionando todo tipo de principios. ¿Es difícil escribir los discursos de los líderes políticos? Yo te diría que en este momento lo más difícil de encontrar en el mundo de la comunicación política es buenos escritores de discursos. Las técnicas son sencillas, pero luego ponerlas en marcha no lo es tanto. La técnica es milenaria, no se ha avanzado nada, la oratoria es la misma. El tres es un número mágico.