"Impotencia. ¿Qué vas a hacer? Lo han pintado frente al altar. Es la segunda vez que nos colocan el anagrama de ETA en la fachada de la iglesia, y en la misma entrada al pueblo. Con lo bonito que lo tenemos. No hay derecho...". Las palabras desde el anonimato de esta vecina de Arbizu recuerdan que todavía existe miedo en pueblos del País Vasco y Navarra. "Nos da miedo borrarla. Es lo que suele suceder en este pueblo", añade otra vecina, que también prefirió mantenerse en el anonimato. El emblema terrorista, que da la bienvenida al visitante, mide aproximadamente cuatro metros de alto por dos de ancho. Es perfectamente visible desde la carretera secundaria si se circula de Pamplona.