Se
acerca un nuevo periodo de esos que los grandes partidos llaman “fiesta de la
democracia”, cuanto más lo dicen o lo dirán más lejos queda que una cita
electoral sea verdadera democracia. Si nos atenemos al concepto de democracia
que desde los antiguos griegos conocemos, “poder del pueblo”, se nos hace
difícil atisbar que estos comicios se acerquen en algo a eso que podría ser la
esencia de la POLITICA, el servicio al bien común y a la “polis”=pueblo.
Las
campañas de los partidos se han convertido en verdaderas maquinarias
electorales donde se entrecruzan intereses económicos y políticos de todo tipo,
corrupciones, prebendas, sillones apalabrados, fichajes a traición y…que más no
veremos. Además una ley electoral pensada para beneficiar a los de siempre y
reformada por los grandes partidos para blindar sus puestos y poltronas. La
nueva ley electoral impone a los partidos sin representación tener que recoger
el 0,1% de avales de firmas de ciudadanos del censo electoral de cada
circunscripción. Casi todo está atado y bien atado. Encuestas, sondeos,…, los
grandes medios de comunicación tienen el papel de condicionar el voto hacia un
lado u otro pero siempre con la premisa de que se mantenga intacto el status
quo.
Lo dicho, muy lejos de que la democracia tome su sentido auténtico. No
cesaremos en el intento de luchar por el verdadero poder del pueblo, para el
pueblo y por el pueblo. ¿queremos de verdad?
Samuel Valderrey
Militante
del partido SAIn en Navarra(Carta al director publicada en medios escritos y digitales)