Más de 60.000 personas en Navarra están frente al umbral de la pobreza, lo que representa el 9,7 por ciento de la población foral, según el diagnóstico de la inclusión social presentado este lunes por el consejero de Políticas Sociales, Íñigo Alli.
El umbral de la pobreza se calcula siguiendo una directiva europea, el AROPE (At Risk Of Poverty and/or Exclusion), y tiene en cuenta el nivel de la renta, la privación material severa en el hogar y la baja intensidad de trabajo.
Según Alli, el informe servirá como "punto de partida" para la elaboración y desarrollo de la estrategia que guiará la acción administrativa de la Comunidad foral en el ámbito de la inclusión social en el periodo 2014-2016.
El diagnóstico ha sido realizado por el Gobierno de Navarra y todas las entidades sociales, desde los sindicatos, la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), Cáritas o Cruz Roja, al Banco de Alimentos, la Red contra la Pobreza y otras entidades, como la Federación Navarra de Municipios y Concejos y los servicios sociales de base.
Mencos ha celebrado que "actores tan variados" pudieran "ponerse de acuerdo" para lograr las conclusiones de este estudio "evolutivo y comparativo" entre comunidades y en el tiempo.
Alli ha resaltado el trabajo transversal de todas las entidades, aunque ha lamentado la ausencia de la mayoría de los partidos políticos en la reunión de la Mesa de Inclusión Social que se ha celebrado para presentar el informe, con la excepción del PSN y el diputado no adscrito Patxi Leuza.
El informe propone tres ejes de actuación para abordar la realidad tras la crisis, el primero, mejorar la capacitación de las personas para que éstas consigan satisfacer sus necesidades primarias, como alojamiento o empleo.
El segundo tratará la coordinación de la administración y las diferentes entidades sociales, para evitar un solapamiento o choque entre las actuaciones públicas y privadas pero al mismo tiempo potenciar el trabajo de la sociedad civil.
Un tercer eje implica la creación de un sistema de seguimiento y evaluación de los objetivos.
"El sistema navarro de inclusión social es bueno, pero hay que hacerlo más eficaz", ha afirmado Alli, ya que es un sistema "multidimensional y no asistencial".
"Multidimensional" porque, ha dicho, la exclusión social en la sociedad navarra no sólo depende de la renta, sino que también se evidencia en la salud, vivienda, educación o en la cultura.
El informe reconoce como los indicadores más positivos la tasa de paro de larga duración, la más baja del territorio español, con un 5,2% frente al 10,4 estatal, y que el abandono de los estudios se sitúa en el 13%, frente al 27,9% nacional.
Además, es la comunidad autónoma donde menor es la diferencia entre los "ricos y los pobres", con un índice de 4,5 en 2011 frente al 6,8 de la media nacional.
Para el presidente del Banco de Alimentos, Carlos Almagro, el informe ha constituido un "buen trabajo" y el reto es "eliminar" en la medida de lo posible los índices de pobreza.
En la misma línea, se ha pronunciado el presidente de la Cruz Roja navarra Joaquín Mencos, quien ha señalado que el estudio "ofrece datos interesantes" pero que ahora el objetivo es "que todos nos comprometamos" con la consecución del "árbol de soluciones".
Está previsto que en marzo de 2014 ya estén desarrolladas las aplicaciones y directrices para las políticas forales de inclusión social, aunque según ha afirmado Almagro, deberían ponerse en marcha de la manera "más rápida posible", ya que "tenemos la mala costumbre de comer dos veces al día".
Tras analizar e identificar los problemas sociales, se deberán analizar la coordinación entre agentes implicados y los recursos existentes ya que, en palabras de Almagro, se debe "redimir a esas personas con todas las medidas a nuestro alcance, que son muchas".
A comienzos del 2013, el Gobierno de Navarra destinó sobre 52 millones de euros a la inclusión social, pero para acabar el año esa cifra se ha aumentado hasta unos 72 millones de euros.