martes, 2 de octubre de 2012
Cáritas atiende a 693 familias sin ingresos ni derecho a ayuda tras la nueva renta básica
Cáritas ha atendido del 1 enero al 20 de septiembre de este año en Navarra a 693 unidades familiares sin ingresos ni derecho a percibir ninguna ayuda, una cifra que, según el delegado de la institución en la Comunidad Foral, era "prácticamente cero" antes de la entrada en vigor de la nueva ley de Renta de Inclusión Social (antigua Renta Básica). A su juicio, el número de atendidos por este motivo en Navarra por parte de Cáritas es una cifra "nunca vista antes" y es "consecuencia" de la nueva Renta de Inclusión Social que entró en vigor en febrero, según la cual, para recibir la ayuda, se requieren 24 meses de residencia legal en Navarra, cuando antes eran 12, ser mayor de 25 años y menor de 65, y que los recursos económicos de la unidad familiar en el último semestre sean, en cómputo mensual, inferiores a la cuantía de la renta que les correspondería.
Según el delegado de Cáritas en Navarra, del 1 de enero al 20 septiembre de este año, la institución ha recibido a 966 unidades familiares sin ningún ingreso, de las que 693 no tienen derecho a percibir ninguna ayuda. El 21% de las 966 familias atendidas son de nacionalidad española y 165 tienen menores a su cargo, apuntó.
Ante esta situación, Iriarte, que señaló que Cáritas "sigue sin estar de acuerdo" con el cambio de ley de Renta Básica y con "cómo se están abordando estas situaciones" por parte del Gobierno foral, asegura que "el principal reto" de la institución en estos momentos es "qué hacer con todas las personas que ni tienen ni van a tener derecho a ayuda, por ahora, nunca".
El segundo reto importante de Cáritas, añadió, es "cómo responder cada día a la realidad que va cambiando". En concreto, explicó que actualmente "hay una diferencia sustancial respecto a momentos anteriores de la crisis, sobre todo con anterioridad al cambio de la ley de Renta Básica", ya que "antes, ayudando a una persona o una familia durante dos o tres meses, salían adelante, y ahora, no". "Hay que seguir ayudando el cuarto, el quinto, el sexto mes... y Cáritas no es el Banco de España", resaltó. En cuanto al global de atenciones realizadas por Cáritas durante la crisis, Iriarte indicó que "en Navarra se habrá dado un cierto incremento", pero su preocupación se centra más en "la cualidad de los problemas con los que vienen las personas", un tema que "se ha agravado mucho". Así, según explicó, "en Navarra lo más característico es la gravedad de las situaciones".
En concreto, el delegado de Cáritas indicó que desde el 1 de enero de este año la institución ha recibido a 5.260 unidades familiares y el número de atenciones ha alcanzado las 16.658. Según Iriarte, "más del 90 o 95% de las personas que se acerca a Cáritas está bajo el umbral de la pobreza".
La pobreza en Navarra, ha expuesto, "va teniendo tres características". Por un lado, "se va extendiendo y va afectando cada vez a más personas". Por otra parte, "se va agravando o profundizando, porque los problemas que tienen las personas van siendo cada vez más gordos y con menos posibilidades de solución". Por último, explicó que la pobreza "se va cronificando, es decir, lo que parecía que iba a ser un pequeño resfriado al comienzo de la crisis está siendo una pulmonía rebelde".
Por otro lado, Iriarte mostró su "miedo" de que "toda esta situación produzca una fractura social y una pérdida de cohesión social". "Si esto se mantiene y seguimos recortando ayudas para que la gente se sostenga, esta sociedad va a perder la cohesión que podía tener hasta ahora. De hecho, ya se está abriendo una brecha", indicó.