Las
50.300 caras del paro esconden realidades muy diferentes. Y muestran que no todos somos iguales ante una realidad que se ceba sobre todo en
los jóvenes y en los trabajadores de origen extranjero, entre quienes llega ya al 35,2%.
Se trata de la cifra más elevada desde el comienzo de la crisis y el síntoma más evidente de la fragmentación del mercado laboral, que protege en mayor medida a los ciudadanos de mayor edad y de origen nacional. Entre los mayores de 55 años, el desempleo apenas supera en estos momentos el 7%.
Los datos de la última Encuesta de Población Activa aportan el diagnóstico más detallado y reciente del desempleo, que en el último año ha borrado el estatus de comunidad privilegiada con el que contaba Navarra.
8.600 desempleados más en 12 meses han situado la tasa general por encima del 16% por vez primera desde mediados de los años 80, en plena reconversión industrial. Casi el 80% de los nuevos desempleados en el último año son hombres.
El incremento en el último año, ligado a factores tan variados como la menor contratación de Volkswagen y la desaparición de casi cualquier obra pública, ha contribuido a que la tasa de desempleo entre el colectivo extranjero haya pasado en el último año del 25% al 35%. Este incremento iguala la tasa navarra casi con la media nacional, que ronda el 37% y que supera el 40% en comunidades como Cataluña, Castilla la Mancha y Extremadura. Y todo ello, a pesar de que el número de ciudadanos activos de origen extranjero se ha reducido en Navarra de modo significativo en el último año: ha bajado de 45.900 a 41.100. En toda España, el descenso alcanza las 75.000 personas y podría estar indicando el regreso de algunos de estos trabajadores a sus países de origen.
