Entrevista a JOSEBA ARREGI
POR EDUARDO ÁLVAREZ- EL MUNDO
Teólogo y sociólogo, es un pensador brillante. Militó en el PNV –fue portavoz del Gobierno Vasco–, formación que abandonó con el cambio de milenio como un gran acto de libertad cuando empezó a sentir que la deriva del nacionalismo vasco hería su dignidad personal. Estamos ante uno de los intelectuales que mejor han analizado el terrorismo, con obras imprescindibles como ‘El terror de ETA’.
Asombra su prodigiosa memoria durante la conversación, fruto del estudio pausado, el tiempo de reflexión y la maduración que dedica a todo lo que le despierta interés. Siente por ello que va contracorriente en estos tiempos «de infantilismo» en los que el tuit de hace 15 segundos ya suena a viejo.
Pregunta.– No se han apagado aún los ecos de la foto que algunos denominan «de la infamia» de la líder de los socialistas vascos, Idoia Mendia, con Otegi y otros dirigentes vascos esta pasada Navidad… ¿Qué le pareció cuando la vio en la portada de un periódico?
Respuesta.–No me sorprendió demasiado. Al Partido Socialista de Euskadi (PSE), al PSOE en su conjunto, no se le puede negar que ha sido perseguido, que ha sufrido en sus carnes terribles atentados… Y, sin embargo, les ha podido una y otra vez la táctica. Zapatero, desdiciéndose de lo mejor que hizo, proponer el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, no dudó en meterse en tácticas para ver si conseguía algo a través de un diálogo con los etarras que no condujo a ninguna parte. Ahí empezó a imponerse la táctica sobre lo que realmente piensan.
Sentarse a comer con un político que ha sido terrorista, que no se ha desdicho nunca de ello, que no ha condenado la historia de terror de ETA… es, como mínimo, una falta de decoro, una de esas virtudes que hoy parecen no servir para nada y sin las cuales la sociedad pierde su decencia… Cuando la táctica se impone a todo pasan estas cosas… No podemos dejar el futuro político, la convivencia, en manos de un Arnaldo Otegi que lleva tanto tiempo riéndose de todos. Con esas compañías no podemos construir el futuro político de la sociedad vasca.